Testing Continuo para el Desarrollo de Software Automotriz

En las últimas décadas la industria automotriz ha experimentado un importante aumento en el número de componentes informáticos integrados en los vehículos. En la actualidad, los autos son prácticamente computadores sobre ruedas y, al igual que el resto de los dispositivos que utilizamos a diario, pueden estar conectados entre sí. Para dimensionar esta realidad podemos citar a Ed Adams, consejero delegado de Security Innovation, quien señaló que mientras un avión Boeing Dreamliner tiene cerca de 6,5 millones de líneas de código, una camioneta Ford tiene unas 20 veces esa cantidad, con 130 millones de líneas de código junto con más de 100 chips diferentes, tres kilómetros de cable y 10 sistemas operativos.

La incorporación de estos sistemas informáticos tiene por objetivo principal la seguridad de los pasajeros, mediante la introducción de funciones como el seguimiento por GPS, el análisis telemático de datos, los sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS), los sistemas de aviso de cambio involuntario de carril (LDWS), los sistemas de detección y prevención de colisiones etc. Sin embargo, estos mismos módulos que ayudan en la conducción pueden presentar defectos y fallos como cualquier otro sistema informático. Si nos enfocamos puntualmente en temas de seguridad, si los fabricantes no abordan estos escenarios de riesgo y le dan un tratamiento adecuado, la introducción de estos computadores avanzados puede aumentar la superficie de ataque y el riesgo potencial.

La gran cantidad de software que requiere un vehículo moderno va en aumento, lo que presiona a los fabricantes de equipos originales y a los proveedores para que escriban, desplieguen e integren el código de forma más rápida y eficiente. El ritmo de los cambios tecnológicos presiona a los fabricantes de equipos originales para que incorporen las nuevas funciones más cerca del inicio de la producción e incluso después de que los vehículos se hayan vendido. Los desarrolladores necesitan ciclos cortos de retroalimentación, facilitados por las pruebas, para actualizar continuamente el código sin necesidad de largos procesos de aprobación.

Tradicionalmente, los desarrolladores han escrito software para cada componente de hardware y luego lo han integrado con el código de otras partes del vehículo. Las pruebas del software integrado han llegado tarde en el proceso, limitando el tiempo para realizar cambios adicionales. Los fabricantes de equipos originales están empezando a cambiar este enfoque incremental y de integración vertical por métodos más ágiles e iterativos en los que equipos independientes escriben, integran y prueban continuamente su propio código. Las capas horizontales de middleware sustituyen al código específico de cada componente o plataforma del vehículo. Las aplicaciones y funciones se integran a través de interfaces de programación de aplicaciones (API) compartidas entre los equipos de desarrollo.

Los nuevos métodos de prueba forman parte de este cambio fundamental. Probar el software a medida que se desarrolla, para satisfacer las nuevas demandas de velocidad y escalabilidad, requiere la división del código en componentes vinculados por API y el uso de pruebas automatizadas en esos componentes. Las pruebas tempranas y frecuentes, el uso de la automatización y la adopción de plataformas en la nube pueden mejorar las tres etapas de las pruebas: software-in-the-loop (SIL), hardware-in-the-loop (HIL) y vehicle-in-the-loop (VIL).

Fuente: https://www.aptiv.com/es/tendencias/art%C3%ADculo/continuous-testing-critical-to-automotive-software-development

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